URUAPAN, MICHOACÁN.- Para el cierre del mes de la gratitud toda la comunidad educativa se dio cita para celebrar la Fiesta de la Gratitud en honor a S. Rosita Escalante López, directora general del Instituto Salesiano Juan de San Miguel.
El mes de la gratitud es tiempo en el que la familia salesiana dedica las obras en acción de gracias por cada uno de sus miembros, la dinámica comprendió semana a semana la gratitud hacia los alumnos, maestros, asistentes, personal administrativo y de apoyo, padres de familia, y la última semana hacía las sores.
Para iniciar con el ambiente festivo, el SDB. Bernardino Montoya ofició la misa en el patio techado del colegio, relató algunos momentos donde Don Bosco acogió con caridad a los jóvenes, destacó la importancia de la labor de la hermana directora al continuar con el sueño del santo, y dentro de sus palabras pidió la intercesión de Dios para que la bendijera y así lograra continuar en su camino como directora.
En el momento final de la celebración convocó a los alumnos a agradecer, la fila de niños y niñas comenzó a fluir numerosamente, algunos agradecieron por vivir con corazón oratoriano, por el colegio, por sus familiares, por sus maestros. Uno de los pequeños dijo “Gracias Sor Rosita porque nos cuidas”, seguido de esto hubo quienes se acercaron a darle un cálido abrazo.
En esta ocasión el segundo momento que fue el festival estuvo organizado por S. Copelia Damián directora de preparatoria, quién con la ayuda de la Lic. Alejandra Álvarez y el maestro Fernando Labastida presentaron un gran evento. El evento se llevó a cabo en el auditorio del Colegio, los números comprendieron bailes y presentaciones al estilo de musicales salesianos donde los alumnos desde preescolar hasta preparatoria participaron con originales coreografías referentes al legado de Don Bosco.
S. Rosita Escalante dirigió un mensaje a los asistentes al evento donde destacó la importancia de ser agradecido, acoger lo que Dios provee por diferentes medios para compartirlo con los demás, por otro lado hizo hincapié en nunca sentirse que el mundo gira alrededor de cada uno, sino ver más allá y entender que son parte parte de una comunidad de amor.
Para concluir se dio un espacio donde los alumnos, padres de familia, maestros, personal administrativo y de apoyo llenaron de presentes y testimonios escritos que regalaron a la directora general como signo de su agradecimiento.